Si bien existen desafíos a superar respecto al diseño, implementación y uso de herramientas digitales (costos, ejecución, privacidad, seguridad, etc), además de algunas cuestiones que, al menos momentáneamente, limitan la trascendencia de estos modernos elementos, no se pueden negar los beneficios que generan esta clase de recursos tecnológicos.
Las ventajas asociadas al aprovechamiento de herramientas digitales van desde la posibilidad de acceder a mucha información en tiempo real hasta conseguir mejoras sobre colaboración y comunicación. El nivel de productividad, el proceso de tomar decisiones y las acciones conectadas con el despliegue de creatividad o la búsqueda de innovación también se favorecen a partir de recurrir a determinadas aplicaciones.
Se gana, incluso, independencia o autonomía al dominar ciertas herramientas del universo digital y se adquieren saberes que van más allá de la manipulación de un teléfono móvil o del manejo de una computadora.
Empresarios, estudiantes, emprendedores, grupos de amigos y profesionales de múltiples áreas encuentran en las herramientas digitales una excelente aliada a la hora de relacionarse virtualmente con los demás y una inagotable fuente de conocimiento y oportunidades de crecimiento. Por eso es recomendable y sumamente útil que en todos los países haya espacios, infraestructuras y medidas para poner la tecnología al alcance de toda la población y que ya desde edad temprana alguien sepa sacarle el máximo provecho posible a los dispositivos tecnológicos, por ejemplo.